Pasaje Bíblico: Juan 1:14 y 14:6
Enseñanza Bíblica: Pedro sustentó con su experiencia que Jesús es
Propósito de
Lo que necesitas: Anuncios de publicidad, actor o lector para “Pedro: mis ultimas reflexiones”, lápices, Biblias, una copia para cada joven de las hojas “¿y qué es la verdad?” (están en la parte de abajo) y hoja de lecturas extras que se encuentra en
De antemano cada líder necesita preparar para su equipo varios anuncios que ha sacado de un periódico o revista. Por lo menos uno debe ser de algún producto dudoso, como los que prometen ayudar bajar de peso 15 kilos en un mes sin ejercicio o dieta; otro puede ser algo dudoso, por ejemplo, que comunica que el cabello va a brillar como el de la modelo en la foto si se usa (cuando sabemos que mucho del brillo que se ve es por las luces que ocupan mientras toman la foto), y otro que no es dudoso, por ejemplo, que van a tener menos caries en sus dientes si los cepillan dos veces al día con este producto.
Pregunta para conocerse: Que cada persona en el equipo diga su nombre y su anuncio favorito, puede ser de cualquier medio de información, empezado con el líder.
Después de que todos hayan compartido, que el líder explique que va a mostrar unos anuncios que van a calificar como grupo con el “Medidor de Publicidad” mostrando 0% de publicidad y toda verdad con su brazo paralelo al piso y 100% de publicidad y nada de la verdad con su brazo perpendicular al piso. Entonces mientras el líder muestra un anuncio cada joven debe indicar lo que siente acerca de la cantidad de propaganda y de verdad que contiene (sólo tienen que calificar el contenido del anuncio, no que tanta difusión tiene el producto que es presentado). El líder pregunta a varios por qué votaron así y debe acordarse un consenso de votos para cada anuncio. Después como equipo reflexionen en las siguientes preguntas:
¿Cuales son los criterios que usan cuando están viendo anuncios para distinguir entre la verdad y la publicidad? (sentido común; experiencia personal; etc.)
¿Qué usa la gente de mercadotecnia para convencernos de la verdad en sus anuncios? (dizque autoridades, como gente en batas blancas; experiencia personal de otras personas; imágenes atractivas; etc.)
Que el líder explique que el mundo y la cultura que nos rodea nos quieren “vender” muchas cosas, como valores, ideologías o creencias, que no son nada más los productos que vemos en los medios.
¿Cuáles son algunos ejemplos de estas cosas—valores, ideologías o creencias—que el mundo nos quiere vender? (puedes dar empuje a la discusión o complementar con algunos de los siguientes pero procura crear un espacio donde ellos están expresando sus ideas: filosofías, moralidad (o falta de la misma), ética, perspectivas políticas, religión, creencia que se encuentra la felicidad en estatus social o en las compras, etc.)
¿Cuáles son los criterios que usan para distinguir entre la verdad y la propaganda en estas áreas?
Con base en sus respuestas a estas dos últimas preguntas, que los equipos realicen un comercial expresando sus criterios para no ser engañados por la propaganda del mundo. Nota: todos los integrantes del equipo tienen que participar y presentarlo al resto del grupo.
Ya en el grupo grande un líder o el líder principal debe explicarlo siguiente en sus propias palabras:
Hay filósofos que nos han dicho que es imposible realmente saber la verdad, pero a diario estamos llevando a cabo el proceso de distinguir entre la realidad y propaganda en algunos aspectos de nuestra vida. En la vida cotidiana analizamos cual silla nos puede sostener y cual se va a romper y tirarnos al suelo.
También tenemos que realizar este proceso de análisis, que se llama “discernimiento”, en las cosas no tan tangibles pero más transcendentales. Ayer hablamos de la importancia de escoger con cuidado lo que perseguimos en la vida, según el fruto que queremos cosechar. Hoy queremos enfocar en la pregunta más trascendental de todas, que es la verdad acerca de Dios, porque como vimos ayer si no incluimos a Dios en este proceso estamos tratando de llenar un vació infinito y eternal con cosas finitos y terrenales.
Hoy nuestro guía va a ser el apóstol Pedro, alguien que fue tan convencido que había encontrado lo que buscaba en la vida, que dejo su profesión, y aun perdió su vida, para conocer a Jesús y hablar con otros acerca de lo que había encontrado en él.
Que alguien con habilidad dramática realice el monólogo “Pedro: mis ultimas reflexiones.” Luego pregunta:
¿Qué tan parecido o diferente es el ambiente religioso que enfrentaba Pedro a lo que nos enfrenta hoy en día? (Es muy parecido, igual que en el tiempo de Pedro hay muchas religiones y creencias y todos fueron aceptables menos el decir que había una solo Dios verdadero y que toda la gente del mundo deben seguir sus mandamientos )
¿En que se basó sus creencias? (En su experiencia personal con Jesús)
Prepara con anticipación un cártel con la declaración de Jesús en Juan 14:6 y muéstralo al grupo. Pregunta:
¿Qué implica para los que afirman tener la verdad esta declaración de Jesús? (Que están equivocados, sólo Jesús es
¿Qué es lo que hace creíble o auténtica esta declaración de Jesús? (Dios lo reconoce como su Hijo, su mensaje ha permanecido a través de las generaciones, las Escrituras dan testimonio de él).
Pide que algunos jóvenes compartan cual fue la posición en que se ubicaron y por qué. No hagas una crítica sobre su elección, se trata de que cada joven analice cuál es su situación con respecto a Jesucristo. Esto ayudará también al líder o pastor de jóvenes a conocer cuál es la condición espiritual de sus chicos y cómo guiarles a que Jesús sea
Muchos afirman tener la verdad, usando conceptos o mostrando estilos de vida, sin embargo
Da algunos minutos para que los jóvenes oren personalmente a Dios y termina con una oración.
Seguro todos ustedes ya conocen la historia de mi vida. Yo era un simple pescador cuando Jesús me pidió seguirle y prometió hacerme “pescador de hombres”. Soy el discípulo que nunca podría callarse, así que a veces dije cosas muy buenas, y a veces cosas no tan agradables. Y todos saben que soy yo quien le negó a Cristo tres veces, pero ya no... mañana no le voy a negar.
Lo mas probable es que mañana muera. Estoy preso por ser una amenaza para el imperio romano. ¡Que locura que bajo las leyes romanas se puede creer lo que quieras, vivir como quieras y adorar al Dios que quieras siempre y cuando no sea el Dios Vivo, porque así uno se convierte en amenaza!
Yo soy esta amenaza. Creo y enseño a otros para que crean que hay un solo Dios y él es el camino, la verdad, y la vida. ¿Cómo puedes estar tan convencido acerca de este Dios que vas a morir en vez de renunciarle, me preguntan? Pues, les digo lo que escribí en una carta que mandé para dar ánimo a otros creyentes en el imperio:
Cuando les dimos a conocer la venida de nuestro Señor Jesucristo en toda su expresión, no estábamos siguiendo sutiles cuentos supersticiosos sino dando testimonio de su grandeza, que vimos con nuestros propios ojos. Él recibió honor y gloria de parte de Dios Padre, cuando desde la majestuosa gloria se le dirigió aquella voz que dijo: "Éste es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él." Nosotros mismos oímos esa voz que vino del cielo cuando estábamos con él en el monte santo.
Ustedes saben que yo estuve allí con Jacobo y Juan. Estuvimos con Jesús, nuestro maestro y ahora nuestro Señor y Salvador, y mientras él oraba, la apariencia de su rostro cambió y su ropa se hizo blanca y resplandeciente como un rayo. Escúchame bien, no tenía el aspecto de luz en él, como algún rayo que sale de entre las nubes para iluminarlo. La luz salió de él. Como les dije, vimos su gloria.
A medida que he viajado por el imperio romano he hablado con mucha gente que cree muchas cosas distintas y adora muchos dioses diferentes. Algunos han experimentado cosas fuertes en su religión, y muchos otros, como yo, morirían por su fe. Pero ninguno ha experimentado la gloria de Dios como yo. Y ninguno ha caminado en la verdad, probando que en Jesús se encuentra la vida y la verdad.
Mis amigos, mañana los romanos van a matar mi cuerpo. Pero por favor no se preocupen por mi; ni sientan lástima, porque al fin voy a volver a ver a mi querido amigo y Salvador. Mi único deseo es que me crean, más bien que en él crean.
El mundo que nos rodea quiere que crean cualquier cosa salvo esta, la única cosa que vale la pena creer: Se puede conocer el camino, la verdad, y la vida. Se encuentra en Jesucristo.
